Ella siempre tan
cristalina
Como sus lágrimas,
Tan seca como sus sentimientos,
Ella siempre fue
callada
Como las gotas de roció
Al caer por la mañana.
Bajando por una ligera
Y fina cama de vidrio
Dejando un tenue
camino
De huellas sin
marcas,
De perfume sin olor,
De belleza sin color,
Atreves de ella se
ve su luz
Aquella que brilla
en su interior
Aquella que nunca se apaga
Y que todo el mundo ve,
Pero nadie se atreve
a tocar.
Gota la llaman
aquella que cae
Para inundarnos en un mar de melancolía.